Por primera vez en la historia del Pero Palo las mujeres han podido bailar la bandera de forma oficial. Siete mujeres partochas han hecho historia, ellas son: Nieves González, Vera González, Lola Peña, María José Ramos, María Calero, Daminia y Amaya García.
Siete mujeres han bailado y seis hombres han dimitido. Así se ha escrito un nuevo capítulo en las páginas del Pero Palo, la fiesta de carnaval de Villanueva de la Vera declarada de Interés Turístico Regional.
Las mujeres protagonistas
De tradición eminentemente masculina, el Pero Palo ha ido incorporando, poco a poco, a las mujeres en sus diferentes ceremonias. Ya en los últimos años hemos visto alabarderas y escopeteras, pero la jura de bandera estaba totalmente vetada al sexo femenino.
En 2022, una vecina del pueblo, Nieves González, solicitó jurar la bandera, pero su petición fue ignorada. Se produjeron momentos de tensión que desembocaron en un movimiento de apoyo popular al grito de “sí se puede”. Al final, Nieves bailó la bandera, pero no la “oficial”.
Este año, bajo la capitanía de Cthuchi Zamarra y Lumi Pevi, Nieves ha podido bailar. Ella, y seis paisanas más. No obstante, esta conquista feminista ha supuesto la dimisión de seis peropaleros.
Aquí ⤵️ el vídeo resumen de los bailes:
Cuatro carnavales
La fiesta, cómo en otras ocasiones, ha sido un gran éxito. Con una excelente temperatura, y total ausencia de lluvias, miles de personas se congregaron en Villanueva para disfrutar de este carnaval estampado de ritos y tradiciones. Los lugareños aseguran que el Pero Palo es la confluencia de cuatro carnavales ancestrales: los tisnaos, los calabaceros, los burreros y el carnaval de las ánimas.
Tras varios días de rondas y “judiás” (burlas al Pero Palo y lucha simbólica entre bandos) llega el día esperado, el martes de carnaval. A un ritmo frenético, a veces caótico, se van sucediendo las numerosas ceremonias. Comienza la jornada con las salvas de los escopeteros. Al cabo del día, entre 1.800 y 2.000 cartuchos rellenos de sepiolita se usan para anunciar que ha llegado la hora de ajusticiar al Pero Palo.
Calabaceros
Un jinete, a lomos de un burro, recorre las calles del pueblo comunicando la condena a muerte del malvado Pero Palo. Tras él va una procesión de vecinos y visitantes con la cara tiznada y vestidos con sacos de arpillera. Paralelamente, el capitán y la capitana, acompañados de autoridades y ronda, se dirigen a la casa del párroco para recoger la bandera y las alabardas. Desde el balcón del Ayuntamiento se lanzan flores y los vecinos entonan el canto a la capitana.
Por la tarde tiene lugar uno de los momentos más esperados, el ofertorio de las calabazas protagonizado por los quintos del año. No es precisamente una ceremonia simpática, muy al contrario, es un tanto temeraria para los que se atreven con la ofrenda ya que reciben una lluvia de golpes de calabazas de agua por parte de los calabaceros. La escena se prolonga toda la tarde. Mientras tanto, se produce “el paseo” de los capitanes, él con la bandera y ella con una zarza y un chorizo, símbolo de la castración del Pero Palo. Se trata de una procesión encabezada por los tamborileros y en la que todos los participantes van vestidos con los trajes típicos.
La jura de bandera, el cántico a la nueva capitana y la quema del muñeco son los últimos protocolos de esta fiesta indefinible e incompresible si no se conocen los códigos.
Os dejamos ⤵️ un álbum de fotos y un resumen en vídeo:


















