“El Tiétar es un río envenenado por metales pesados, pesticidas y fertilizantes. Es un río que hemos convertido en dinero“. Así de contundente se ha expresado hoy el sociólogo jarandillano Ramón J. Soria en la presentación de su ensayo “España no es país para ríos”. También ha hablado sobre las gargantas de la Vera, en las cuáles considera que los problemas son las tomas ilegales y las piscinas naturales.
Ramón J. Soria Breña ha presentado hoy en el Museo de los Escobazos de Jarandilla, los tres libros que ha publicado este año: “España no es país para ríos”, “Antes de río” y “La fábula y el fuego”. Tres encargos de tres editoriales diferentes cuyas publicaciones casualmente han coincidido en 2023.


“Antes de río” es una colección de cuentos sobre los rastros del agua en la historia. “La fábula y el fuego” es un libro sobre cocina y el rito de cocinar. Un texto que invita a descubrir lo que hay detrás de los guiso: sus memorias, historias, viajes, literatura, naturaleza, mitos, aventuras o el hambre de las personas que inventaron el plato.
Por último, “España no es país para ríos. Viaje por las aguas que una vez amamos” es un ensayo sobre la mala salud de los ríos de España. En esta obra, Soria analiza cuarenta ríos, riachuelos o gargantas cuyos males son los mismos que sufren todas las cuencas españolas.
Cuarenta ejemplos de los graves problemas ecosistémicos, biológicos y también culturales que está sufriendo España por considerar a los ríos como un recurso hídrico o como una alcantarilla para deshacernos de nuestros desperdicios. Nos vamos a detener en este ensayo para centrarnos en los que más nos importa por proximidad: sus consideraciones sobre los ríos Tajo y Tiétar, y las gargantas de la Vera.
El río Tajo
Sobre el río Tajo, Soria nos contó la asombrosa historia del capitán Paul Boyton, un intrépido norteamericano que en 1864 nadó durante veinte días en el Tajo, desde Aranjuez hasta Lisboa. Boyton calificó el Tajo como el río más peligroso del mundo. Hoy, es un río que apenas corre, sus aguas son grises y alberga cinco embalses que no riegan nada ni dan de beber a nadie, su única función es producir energía eléctrica.
“Sucesivos reyes, en los últimos cinco siglos, investigaron la posibilidad de que El Tajo fuera navegable porque querían comerciar o invadir Portugal, pero todos los ingenieros que lo analizaron se dieron cuenta de que era un río salvaje, con gran inclinación y las aguas más bravas de toda Europa. Eso me asombró porque el río que yo conozco es manso, un río que apenas corre. Con las aguas grises verdosas. Es un río realmente muerto. Y lo cierto es que ese río no era así en los años sesenta. Era un río bravo que podía tener crecidas de 25 o 30 metros. Un río que nadie había osado bajar en barca desde la cabecera hasta su desembocadura en Lisboa. Solo lo bajó una vez un tipo, un famoso capitán norteamericano, el capitán Paul Boyton, que en febrero de 1864 tuvo la ocurrencia de ponerse un traje de caucho y tirarse al agua en Aranjuez. Bajó flotando por el Tajo durante veinte días y la descripción que hace en sus memorias de cómo era el río es asombroso. Dice que es un río con cascadas, remolinos y muchísima agua. Este capitán había bajado los ríos más importantes de EE.UU. y Europa. En sus memorias confiesa que el río más peligroso del mundo es el Tajo”.
El río Tiétar
Hace cuarenta años, el río Tiétar fluía con aguas trasparentes y tenía las arenas limpias. Actualmente, es un río envenenado y convertido en dinero. Así lo cuenta Ramón J. Soria:
“Los que tenemos una edad nos hemos bañado en un Tiétar limpio. Ahora no está limpio, es un río que está verde porque tiene exceso de fertilizantes, esto hace que las algas proliferen y que ni siquiera las crecidas del invierno arrastren los cienos que tiene en el fondo. El Tiétar es un río que hemos convertido en dinero. Utilizamos el 100% de sus aguas para regar el tabaco. Es un tema que quizás deberíamos replantearnos. Este tema de la salud del Tiétar no es algo sobre lo que yo opine, es la realidad de la calidad del agua desde el punto de vista químico y biológico. Cualquier biólogo dirá que el agua es venenosa. Tiene niveles de cadmio, plomo y mercurio que no se corresponden con un lugar donde no hay industria. También está muy contaminado por el exceso de fertilizantes que se utilizan en toda la vega del Tiétar. ¿Qué se podría hacer? Se podrían hacer muchas cosas, y de forma fácil, cómo utilizar cantidades mucho menores de pesticidas y fertilizantes y, sobre todo, investigar de dónde parte la contaminación por metales pesados que está envenenado ese río. Un río que estaba lleno de peces y ahora está desierto”.
Las gargantas de la Vera
Para Soria, el principal problema de las gargantas de la Vera son las tomas ilegales y las llamadas “piscinas naturales”. Breña hace un llamamiento a las confederaciones para que persigan las tomas ilegales.
“En las gargantas los problemas son otros, son las tomas de agua ilegales y la idea pintoresca de las piscinas naturales. Cerrar la conectividad de un río no está muy bien porque, al final, lo que haces es que ese agua se vuelva a verter, los peces no pueden subir y bajar. La calidad del agua está bien, pero se está sacando un exceso de recursos y en las desembocaduras apena fluye agua. Por ejemplo, la garganta de Cuartos, una de las más caudalosas de la Vera, en los últimos años, estamos constatando que en agosto no llega ni una gota al Tiétar. El Tiétar también vive de las gargantas y puede recuperarse si fluye agua suficiente en las gargantas. Es increíble ver que la garganta de Cuartos se seque. Las confederaciones deberían perseguir las tomas ilegales del agua”.
Os dejamos el vídeo con parte de sus intervenciones:
Soria Breña
La presentación de los libros de Ramón Jesús Soria Breña ha formado parte de la programación de la VI edición de la Muestra de Cine de la Vera que se realiza en diferentes localidades de la Comarca.
Soria Breña nació en Jarandilla en 1965. Es licenciado en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid y ha trabajado, durante más de 30 años, como consultor en investigaciones de mercados y estudios políticos. Es Premio de Investigación de la U.C.M. en el Área de Ciencias Jurídico-Sociales por la investigación “Opulencia y Salud. La automedicación en España”. Es un gran conocedor de los ríos de España, tanto de su historia cultural y de la biodiversidad que atesoran, como de su actual degradación debida al uso irracional que damos a sus aguas, a erráticas políticas energéticas y a la falta de valientes medidas medioambientales. “España no es país para ríos” es su segundo ensayo en defensa de los ríos de España, aventura que comenzó con “Los ríos salvajes” (2017). Su obra es extensa y podéis consultar los libros publicado en Todostuslibros.com.