La montería y la rehala se declararán Bien de Interés Cultural (BIC) en Extremadura con carácter de patrimonio cultural inmaterial. Así lo ha anunciado hoy Juan Antonio González, portavoz de la Junta de Extremadura, en rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno.
Esta declaración BIC es una forma de reconocer y proteger unas actividades que tienen un carácter histórico y un valor económico. La caza en Extremadura implica un movimiento de 400 millones de euros, genera empleo, riqueza y fija población al territorio.
Hace al más de un año, el 6 de abril de 2021, el Diario Oficial de Extremadura publicó la resolución por la que se incoaba el expediente para que la montería y la rehala tuvieran declaración de Bien de Interés Cultural (BIC). Fue la propia Consejería de Cultura, Turismo y Deportes la entidad que se encargó del trámite a raíz de una propuesta que se aprobó en la Asamblea de Extremadura.
Federación Extremeña de Caza

La Federación Extremeña de Caza ha tenido un papel protagonista en este proceso. Elaboró una serie de informes, realizados por expertos independientes, resaltando los valores de la montería y la rehala. Para la FEC, la actividad cinegética es un valor identitario en gran parte de la región. Los conocimientos se transmiten de generación en generación, a través del colectivo de cazadores, desde la época medieval. La Federación considera que hay ritos, vocabulario y jerga específica, además de artesanía y oficios ligados a estas actividades como taxidermista, guarnicionero, ebanista cinegético, etc. Oficios que están en peligro de desaparecer.
“La montería y la rehala es una manifestación social y cultural típica de Extremadura. El objetivo de declarar la montería y la rehala como Bien de Interés Cultural es reconocer su relevancia y garantizar así su protección y conservación, y para también contribuir a su conocimiento por medio de la investigación científica y la difusión. Sirviendo, además, como retrospectiva para el propio sector”.
La Junta de Voxtremadura. Monterías sin control, con reintroducción antinatural que favorece la tuberculosis, rehalas crimines, con maltrato en el 90%. Desconocimiento del medio, falta de análisis y embargo del futuro. Así no se debe proteger, primero hay que regular y reglamentar.