La Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio ha procedido a realizar sueltas controladas del parasitoide Torymus Sinensis en castañares del Valle del Jerte y Gata para combatir a la avispilla del castaño (Dryocosmus kuriphilus), la plaga más importante para el castaño en todo el mundo.
Esta avispilla, originaria de China, se detectó por primera vez en Extremadura en 2018. Se localizó en la localidad cacereña de Robledollano, afectando en la actualidad a castañares del Valle del Jerte y de la Sierra de Gata. El síntoma más característico de esta plaga es la aparición de unas tumoraciones denominadas agallas en los brotes de las diversas especies de castaños. Estas agallas causan un debilitamiento general del árbol llegando incluso a ocasionar su muerte, pero el principal efecto es la pérdida de producción.
Una característica importante de la avispilla es la ausencia de machos. Las hembras son capaces de producir hasta 300 huevos fértiles sin necesidad de fecundación (partenogénesis).
El parasitoide introducido para combatir la propagación de la plaga es otra avispa también originaria de China y que supone el mejor depredador para la avispilla del castaño. Lo que hace es depositar sus huevos en las larvas de las invasoras para devorarlas. Dicho organismo no se encuentra de forma natural en el medio y por ello es necesario realizar sueltas controladas.
La Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio ha procedido a la suelta de este insecto, de forma complementaria a las que puedan realizar los agricultores y agricultoras.
El objeto de esta medida es crear zonas de implantación del parasitoide que, además de proteger los castañares públicos, sirvan de focos desde los cuales Torymus pueda expandirse y colonizar otras zonas afectadas.
Las sueltas las han realizado técnicos del Servicio de Sanidad Vegetal de la Dirección General de Agricultura y Ganadería, en colaboración con los del Servicio de Ordenación y Gestión Forestal de la Dirección General de Política Forestal.