Víctor Ullate y Eduardo Lao quieren convertir Villanueva en un referente para la danza

Víctor Ullate y Eduardo Lao, dos figuras clave del ballet en España, quieren hacer de Villanueva de La Vera un referente cultural de la danza. Con el apoyo del Ayuntamiento, a partir de septiembre impartirán clases magistrales. Víctor y Eduardo buscaban un sitio donde aparcar, conocieron La Vera, se enamoraron y se quedaron.

Si la situación sanitaria lo permite, las clases magistrales de Víctor y Eduardo comenzarán el primer fin de semana de septiembre. Serán seis horas repartidas entre sábados y domingos. Formación de refuerzo dirigida a alumnos de la zona o de otros lugares próximos. El proyecto también incluye la organización de un campamento internacional de verano en julio de 2021. Esta iniciativa, impulsada por dos genios de la danza internacional, podría situar a la Comarca de La Vera como epicentro y referente de un nuevo movimiento de cultura rural con foco en el ballet. 

Las personas interesadas pueden escribir a veradance2020@gmail.com o llamar al Ayuntamiento de Villanueva. En palabras textuales de Eduardo Lao: “las clases magistrales van a ser no baratas, baratísimas”.

Víctor Ullate

“Las clases van dirigidas a jóvenes a partir de doce años con una pequeña formación en danza. Son clases de refuerzo, para perfeccionar. Pienso que el hecho de trabajar con nosotros puede ser un aliciente para los alumnos del entorno, pero también para alumnos de Madrid o de otros lugares cercanos. Sin embargo, en el mes de julio, queremos hacer unos campamentos de verano para que la gente pueda venir de otras partes del mundo. Mi vida siempre ha sido la enseñanza. Todavía estoy enérgico y tengo ganas de aportar a los jóvenes la forma de bailar de Víctor Ullate, mi propio método de enseñanza. Por tanto mis clases son mi propia escuela. Las clases de Eduardo son de repertorio, por eso es necesario que el alumno tenga un nivel básico. Quiero resaltar el apoyo del Ayuntamiento. Estamos alucinados con el entusiasmo del alcalde, Antonio Caperote, y de toda la gente que trabaja para el Ayuntamiento. Nos han acogido con entusiasmo y están felices de poder situar a Villanueva como un referente para la danza”.

Eduardo Lao

“Queremos que los jóvenes de la zona tengan la oportunidad de trabajar con el maestro Víctor Ullate y conmigo. También queremos abrir un camino para que Villanueva sea un referente cultural en cuanto a danza se refiere. Queremos dar un empujón a la danza en La Vera , un apoyo que es muy necesario. Con nuestras clases los alumnos entran en contacto con el mundo de la coreografía y empieza a ver lo que luego van a ser ellos profesionalmente. Van a aprender un sentir diferente de la danza, van a sentir un refuerzo de la pasión. El alumno podrá, en un fin de semana, aprender con nosotros y además vivir en Villanueva, que es muy bonito y especial”.

El aragonés Víctor Ullate es una figura clave de la danza en España. Como bailarín fue una de las estrellas del Ballet del Siglo XX que creó y dirigió Maurice Béjart. En 1979 volvió a España para dirigir el recién creado Ballet Nacional de España Clásico (la actual Compañía Nacional de Danza), del que fue su primer director y donde estuvo hasta 1983. Impulsó y popularizó la danza clásica en nuestro país. Ese mismo año fundó la Escuela de Danza Víctor Ullate, y en 1988 el Ballet Víctor Ullate. En 1997 la Comunidad de Madrid acogió el Ballet Víctor Ullate como compañía oficial y le dio su apoyo económico.

En octubre de 2010 se anunció la desaparición del Ballet de Víctor Ullate por inviabilidad económica. Ullate ha recibido infinidad de premios y reconocimientos pero resalta el Premio Nacional de Danza y la Medalla de Oro de las Bellas Artes.

Por su parte, Eduardo Laos, alumno de Ullate, fue durante muchos años el director Artístico del Ballet.

Víctor y Eduardo llevan juntos 35 años y lo comparten todo,

¿Cómo surge este proyecto formativo en Villanueva?

Víctor

“El año pasado, en una representación de Antígona en Mérida, estaba el presidente de la Comunidad de Extremadura, Fernández Vara, y también estaba Antonio Caperote. Les comentamos que queríamos hacer unos cursos de verano y estuvieron muy interesados. Pero lo más importante es que la gente de La Vera es muy especial. Es gente acogedora, hospitalaria, simpática. Hemos hecho amigos y son entrañables. La gente te da todo. Estamos felices de estar aquí”.

Eduardo

“El interés del Ayuntamiento y el nuestro fue reciproco. Cuando te arraigas en algún sitio la comunicación llega sola y comienzas a tejer la tela. No se trata de hacer una escuela porque ya está hecha. Si hay una escuela española de danza es la escuela de Víctor Ullate, eso está clarísimo. No vamos a comenzar nada nuevo. El bagaje y la excelencia de tantos años está aquí en Villanueva y queremos que la gente de La Vera tenga un acceso fácil”.

¿Cómo conocisteis La Vera?

Víctor

“Nos lo recomendó una amiga. Estábamos buscando un sitio donde aparcar, donde pasar los días. Hemos mirado en muchos sitios como la isla La Graciosa en Canarias, Menorca o Ibiza pero ha sido La Vera el sitio donde hemos decidido vivir y sobre todo porque hemos conectado muy bien con la gente, la gente es importante. Aquí hemos contactado con gente de corazón”.

Eduardo

“Por circunstancias hay sitios que te enamoran y otros que no. La Vera nos tocó con su varita mágica y nos enamoramos”.

Tras visitar nuestra comarca durante diez años, en 2018 finalmente se compraron una finca de una hectárea en Villanueva, acondicionaron la casa y se vinieron a vivir. 

¿Cómo es vuestro día a día en el pueblo?

Eduardo

“Nuestra vida es como la de cualquiera. Meditamos, dedicamos tiempo a nuestro amigos y a nuestros animales. Somos muy animaleros. Tenemos tres perros y dos loras que llevan treinta años con nosotros, forman parte de la familia. Una de ellas no para, canta y habla continuamente. A veces te gustaría que no hablara. En el pueblo ya no pasamos desapercibidos, y nos gusta no pasar desapercibido, no porque seamos famoso sino por ser parte del pueblo. Como no pasa desapercibido el panadero, el alcalde o la frutera. Y por otra parte, Víctor es un famoso del ámbito cultural que se asocia con respeto”.

Víctor

“Tenemos dos galgos, la raza la hemos descubierto ahora y ha sido maravilloso. También tenemos una westie que me sigue por todos sitios. Yo también pinto, he estado pintando todo este confinamiento. Pinto óleo y acrílico. Me divierto. También quiero aprender cerámica, hay clases de gente muy buena porque en la zona hay muchos artistas. Podemos aprender unos de otros y eso es maravilloso. Quiero hacer muchas cosas, pero me falta tiempo. Además tenemos nuestro huerto. Como digo, nos falta tiempo”.

En primavera de 2019, mientras trabajaba en la coreografía de Antígona, Ullate sufrió un fuerte infarto, el tercero en su vida, y anunció su retirada de la danza, meses después notificó la desaparición del Ballet.

Víctor ¿Cómo está tu salud?

“Estoy muy bien, perfecto. Ahora no tengo tantos problemas. Estoy relajado. La verdad es que me siento tan bien y tan activo que ni siquiera engordo. Me encuentro muy en forma y con la mente en su sitio, y eso es importante”.

¿Cómo te sientes tras la desaparición del Ballet Víctor Ullate?

“Quiero siempre agradecer a la Comunidad de Madrid su apoyo, no me puedo quejar pero con la crisis hubo un recorte muy grande (del 60%) y yo no pude seguir aportando más dinero de la Escuela a la compañía. La Escuela sí la quería mantener pero no pudo ser. La escuela se creó en el año 1983. No ha sido fácil hacer Escuela. Trabajar un sello ha sido muy costoso en cuanto a tiempo y formación. Yo quería que España tuviera lo que otros países tenían, la Escuela Danesa, la Escuela Rusa o la Italiana y eso lo han dejado caer. Era una Escuela conocida internacionalmente. Yo nunca pensé que dejarían caer la Escuela. Ha sido una decepción. Pero tengo esperanza en un futuro. Tú vas haciendo alumnos, vas sembrando, y eso significa que la Escuela va a perdurar siempre, con los alumnos y profesores que se han formado”.

Pero seguiréis trabajando desde Villanueva ¿no?

Eduardo

“Sí, claro. Hay proyectos que ya nos han pedido y están esperando elegir el ballet. Afortunadamente en esta etapa de la vida tenemos nuestra recompensa: podemos elegir lo queremos hacer. Ese es un premio muy importante que te da la vida. Ya no nos queremos programar, ya no hay objetivos. Ahora vamos a hacer las cosas como vayan surgiendo. Con una visión de madurez”.

Víctor

“Cuando llegas a cierta edad lo que ambicionas es la satisfacción, hacer algo con tiempo, con ganas”.

Deja un comentario