Fernando Fanjul, propietario de la finca Las Boguillas, en Jarandilla, ha denunciado a un cazador de la localidad por un delito de lesiones. Igualmente, ha denunciado el corte de 1.000 metros del vallado perimetral de su terreno. Ahora, Fanjul teme por su integridad física.

El 10 de diciembre de 2023, Fernando Fanjul se personó en el puesto de la Guardia Civil de Jaraíz de la Vera para denunciar a un vecino de Jarandilla por un delito de lesiones.

Fernando, ¿cómo ocurrieron los hechos?

“Oí tiros en la linde de mi finca, como oigo muchas veces. Por ley, está prohibido apuntar hacia un terreno o finca fuera de coto a menos de 200 metros. Entonces fui, en coche, a advertirles de que no se puede cazar. En un principio no vi a nadie, solo un coche rojizo, pero después, de entre los pinos, salió un tipo apuntándome con un trabuco, que a mí me pareció un cañón antiaéreo. Intentó abrir la puerta del coche, yo cerré, puse inmediatamente el seguro y subí un poco la ventanilla. Cogí el teléfono para llamar a la Guardia Civil y en ese momento sentí un golpe en la cara, no sé si de puño o de culata. Me golpeó a través de la ventanilla. Yo estuve un par de minutos atontado y medio inconsciente. Cuando reaccioné, el tipo ya se había marchado. Aunque la lesión era leve, yo estaba sangrando abundantemente. Fui a urgencias a Jarandilla y al día siguiente a urgencias al hospital de Navalmoral. Me sentía muy mal. Tenía la tensión en 18 y eso es terrible para mí debido a que tengo una patología muy complicada debido a una operación de aorta. Normalmente, mi tensión se mantiene artificialmente entre 12 y 6. Fue todo muy aparatoso, luego he tenido dolor”.

Por otra parte, esta semana has denunciado daños en el vallado de tu finca, ¿cuéntanos los detalles?

“Tras la agresión yo estuve reposando. Ni tan siquiera salía a pasear por la finca. Pero esta semana vino una persona a ver la propiedad, ya que la tengo en venta. Entonces, es cuando me doy cuenta de que han cortado unos 1.000 metros de vallado. El alambre está cortado con alicates. Por tanto, el miércoles pasado puse otra denuncia, esta vez en el puesto de Jarandilla. El presupuesto para reparar los daños asciende a más de 8.000 euros”.

Cazadores furtivos

Ante todos estos acontecimientos, ¿sientes miedo?

“Sí, ahora temo por mi integridad física. Yo llevo muchos años advirtiendo a los cazadores sobre la prohibición de cazar en las proximidades de mi finca y generalmente atienden y entienden mi petición. En los años que llevo aquí, me han robado y han matado a mis mastines, pero lo que ha pasado ahora es muy grave. Me han agredido y tengo miedo”.

¿Sabes quién es tu agresor?

“Sí, está identificado y denunciado. Es un vecino de Jarandilla que también es un cazador furtivo. Yo no quiero criminalizar a todos los cazadores, pero sí hacer público algo que todo el mundo sabe de oídas y es que hay grupo de cazadores que piensan que sus derechos están por encima de los derechos de los demás e incumplen la ley constantemente. La caza furtiva es un gran problema en La Vera. Ahora tengo mi finca en venta, no puedo hacerme cargo en mi estado físico, pero espero hacerme con algo más pequeño y cerca del pueblo, no voy a consentir que me echen de La Vera, que ya es mi tierra, unos indeseables.”

Fernando Fanjul es un informático asturiano que vive en La Vera desde hace más de quince años. En 2008 compró la finca Las Boguillas, en el término municipal de Jarandilla, con la intención de abrir una casa rural. Los problemas burocráticos de aquella época le hicieron desistir del proyecto. Actualmente, está jubilado y, tras varias operaciones, no puede hacer esfuerzos físicos importantes.