Antonio Caperote, alcalde de Villanueva: “El Plan Territorial es fundamental para la Comarca de La Vera”

Además de alcalde de Villanueva, Antonio Caperote es un referente político en la Comarca de La Vera. Tras ocupar numerosos altos cargos, en 2011 volvió a su pueblo, a la política local y comarcal. En esta larga, e interesante entrevista, Caperote nos habla de su trayectoria, de los nuevos proyectos para su pueblo o de la Mancomunidad, a la que pide la aprobación definitiva del Plan Territorial.

El mes pasado, Antonio Caperote se jubiló de sueldo, pero no de la alcaldía. Su asignación ha permitido liberar a dos concejalas, Beatriz Vázquez y Elisa Hortelano.

“Me jubilé a los 65 años el pasado 4 de febrero, pero no lo he notado. La diferencia es que en vez de pagarme el Ayuntamiento me paga otra institución. Me levanto a la misma ahora, y estoy las mismas horas trabajando. Hay una predisposición a pensar que los políticos son personas extrañas, que vamos a lo nuestro, etc. Habrá de todo, como en otros colectivos, pero no cabe duda de que hay mucha gente aportando ideas y haciendo lo que puede. En mi caso, ahora como jubilado, mientras pueda aportar, y tenga la confianza de mi pueblo, voy a seguir trabajando en esto, o en cualquier otra cosa colectiva. Con mi sueldo, lo que se ha hecho es tomar como base el sueldo que cobra el teniente de alcalde y se ha dividido esa cantidad entre las dos concejalas. El número de habitantes no es el referente del trabajo que se tiene en el Ayuntamiento. Hay un movimiento muy grande. Somos la capital de la Vera Alta. Tenemos el centro de salud, la residencia, la Guardia Civil, etc. Todo esto nos obliga a tener más gente disponible y ofrecer más servicios. Bea y Eli han quedado liberadas, pero hasta ahora han trabajado desinteresadamente”.

Antonio ha sido presidente y vicepresidente de la Diputación de Cáceres, asesor del Fernández Vara, diputado autonómico y director Territorial. Una sólida carrera política sustentada en su gran capacidad de trabajo, su talante conciliador y mucha dosis de humildad. Además, su éxito profesional tiene doble mérito ya que sus estudios oficiales se resumen en un certificado escolar. En 2011 dejó la “alta política” y volvió a Villanueva, porque lo que más le gusta es ser alcalde.

“Siempre digo que de los puestos en los que he estado, el de alcalde es que más satisfacción me da, es el que tiene el contacto directo con el ciudadano. Te permite saber los problemas que tiene la gente en el día a día”.

¿Pensó alguna vez en llegar a ocupar altos puestos políticos?

“Para mi era inimaginable. En mi caso concreto, saqué el certificado de estudios primarios cuando ya tenía 15 años. Esos son mis estudios, lo demás lo he aprendido de unos y de otros”.

¿Por qué volvió a la política municipal y dejó atrás los altos cargos?

“Los altos cargos tienen una caducidad. Yo ya tenía una cierta edad, y nostalgia. Me iba los lunes y volvía los viernes, mi familia se quedaba aquí. Eso, año tras año, desgasta. Y, cuando regresaba hacía la política que me gustaba. En 2011 me vine a Villanueva. Aunque mi compañero José Antonio era el alcalde, y presidente de la Mancomunidad, yo hacía labores de alcalde. En 2015 me presenté yo. En 2019 volvimos a tener mayoría”.

Villanueva 

¿Cómo ha evolucionado Villanueva?

“Cuando llegué a Diputación, en el año 95, había 20 pueblos con alerta roja porque no había depósitos de agua. Esos eran los problemas de entonces. En estos 25 años ha cambiado todo. Villanueva ha evolucionado muchísimo, incluido el edificio del Ayuntamiento que se vació entero por dentro. Nuestra biblioteca es una de las mejores de Extremadura, el edificio y el contenido. Tenemos una residencia de la tercera edad que cuando terminemos la ampliación serán 100 personas las que residían allí, más los que van al centro de día, más los que son atendidos en sus casas. Tenemos un pabellón polideportivo excelente, el instituto, el centro de salud. Tenemos una gran infraestructura, pero además funcionando”.

¿Qué proyectos tiene pensado acometer el Ayuntamiento en los próximos años?

“Tenemos un problemas con la piscina natural, estamos viendo que en agosto se seca. Llegará un momento en el que si metes 500 personas, mañana y tarde, las agua se volverán turbias. Aunque tenemos una depuradora, estamos en el cauce de una garganta y hay que buscar una alternativa. Este año, en el plan Activa Diputación 2020, tenemos una partida de 170.000 euros para la primera fase de una piscina que pretendemos hacerla al lado de la natural, en un terreno municipal de cuatro hectáreas. La idea es que en dos o tres años tengamos un complemento. Otro proyecto es ir complementando pistas deportivas que nos faltan. Tenemos un gran pabellón, pero nos falta una pista de baloncesto y una pista de tenis. Intentaremos en esta legislatura poderlas acometer”.

Elisa Hortelano, Antonio Caperote, Beatriz Vázquez y Manuel Caperote

¿Cómo calificaría la economía de Villanueva? ¿De qué vive la gente?

“Creo, es mi opinión, que Villanueva es el pueblo menos dependiente de la agricultura y la ganadería. Cuando hace 30 años era todo lo contrario, todos vivíamos alrededor de lo que producía el tabaco, ahora creo que no llegan a quince las familias que viven de la agricultura directamente. Aquí no ha habido cambio generacional, el que se iba jubilando iba dejando la explotación. Tendremos que vivir del sector servicios. En Villanueva tenemos un movimiento económico que nos hace aguantar la despoblación. Hay tres o cuatro proyectos nuevos, de personas que ha comprado finca y quieren hacer granjas escuelas, escuelas que puedan tener aves rapaces. Estamos pidiendo los permisos y eso nos da nuevas posibilidades”.

Oficialmente, Villanueva cuenta con 2.100 habitantes, pero hay entre 200 y 300 personas que viven permantemente, sin estar empadronadas. A esa cantidad hay que sumar 500 personas que se desplazan todos los fines de semana. Muchos de estos visitantes tiene su segunda residencia en el municipio y algunos, además, de gran notoriedad social.

“Villanueva es el municipio más grande de la Comarca a nivel de superficie. Eso significa que hay muchas fincas intermedias entre La Vega de Tietar y las Dehesas de la Sierra. Fincas que se ha vendido a personas que no tenían vínculos con Villanueva, pero que a través de conocidos tienen su segunda vivienda. Nosotros sobrepasamos las 350 viviendas fuera del casco, todas legalizadas. Eso implica que cada fin de semana venga mucha gente. Entre ellos, tres ex ministros, varios artistas como Víctor Ullate, empresarios muy conocidos o abogados”.

El bádminton 

Otro de los grandes logros de Villanueva ha sido el éxito de sus equipos de bádminton. El concejal de Deportes, e hijo del Alcalde, Manuel Caperote, ha conseguido situar a Villanueva en el mapa del deporte nacional.

Manuel ¿Cómo surge esta apuesta por el bádminton y cómo ha impactado en la Comarca?

“Hace unos once años y fue una apuesta de un padre que trabajaba y jugaba en Badajoz. Comenzamos unos 12 o 13 participantes, en plan amigos, en un pequeño gimnasio. Luego pasamos al instituto, donde teníamos tres pistas, y luego vino el pabellón deportivo. Actualmente somos unas 100 persona aproximadamente. Se han conseguidos muchos oros, pero para mí lo más importante es la participación de todos los colectivos, mayores y pequeños, así como la inclusión de la mujer. Es un deporte que no es de contacto, que es fácil de practicar. Somos referente a nivel nacional, con convocados para campeonatos europeos. Estamos hablando de que hemos traído aquí torneos territoriales y másters nacionales. Viene gente de toda España. Nunca ninguna población, de menos cinco mil o diez mil habitantes, había sido sede de un campeonato de España. Villanueva por segundo año consecutivo lo es. Eso es una repercusión directa a nivel económico, cultural y turístico para los municipios de La Vera”.

La Vera

¿Cómo es su visión de la Comarca de La Vera? ¿Se pueden hacer más cosas a nivel de Mancomunidad?

“La Vera tiene muchas posibilidades, pero hay que tener un equilibrio. No vale todo. Desde el punto de vista arquitectónico tenemos problemas. Se están solventando con las nuevas modificaciones de la Ley del Suelo. Tenemos arquitectura, fiestas con denominación, Yuste… Pero es importante que tengamos en cuenta que tenemos que vivir de algo, y si la agricultura y la ganadería está mal la gente abandona. No somos nadie si no hacemos grupos, si no hacemos mancomunidad. La unión hace la fuerza. Compartimos técnicos de urbanismos, asistentes sociales, la recogida basura, etc. pero podríamos hacer más. Algo fundamental es la aprobación definitiva del plan territorial, y los distintos planes generales de cada pueblo. Es una prioridad y hay que hacerlo ya. También debemos vertebral lo que tenemos de positivo en cada pueblo. Podemos vendernos individualmente, pero que conjuntamente también demos respuestas. Con ayuda de las administraciones, debemos traer empresas que aporten valor añadido a lo que producimos, como conservas, por ejemplo. Los problemas de los pueblos son los mismos. Debemos ser capaces de sumar y ver las cosas antes de que ocurran. Pero, esta buena voluntad choca con las partidas económicas, bien de la propia administración, o bien de empresas privadas que quieran apostar. Pero que cuando lleguen, que no tengan tantos obstáculos. Otro de los problemas que tenemos en La Vera es que está dividida en dos partidos judiciales. Si hay una comarca natural propiamente es La Vera. En ese tema habría que hacer algo. Intentar la posibilidad de que vuelva a ser partido judicial único. Además, todos los alcaldes están de acuerdo”.

¿En qué momento está el Plan Territorial?

“El Plan territorial está a punto de ser efectivo en su totalidad en breves fecha. El tema clave es la superficie de la finca para poder construir o no. Por otra parte, una industria no se puede poner en cualquier sitio, hay áreas que son protegidas o semiprotegidas. Dentro del plan territorial hay algunos apartados para implantación de empresas. Ahí se ve que unos pueblos son más aconsejables que otros”.

Para terminar ¿cuáles han sido los momentos más complicados en su gestión como alcalde?

“Una cosa que me tuvo de los nervios fue el instituto. Me llamaron de la junta que necesitaban un solar de 4.000 metros cuadrados para hacer un instituto, y si no lo tenía en un mes lo harían en otro sitio. Tuvimos que quitar el campo de fútbol, dimos el solar e inmediatamente tuvimos que comprar una finca para hacer un nuevo campo de fútbol. Otro caso, parecido, fue el centro de salud. Era un antiguo cementerio y había una pequeña ermita de la Hermandad del Cristo. Fueron muchas negociaciones. Necesitábamos un solar dentro del pueblo, de 2.000 metros, y no lo teníamos. En esos dos temas fuimos contra corriente y nos costó pelear mucho pero ahí están”.

Por los años que ha pasado en puestos de responsabilidad, Antonio Caperote es un referente político y un valor para nuestra comarca. Además, mantiene contactos al más alto nivel en la Junta de Extremadura y en numerosas instituciones.

Con esta entrevista hemos querido hacer una pequeño homenaje a un alcalde que se jubila pero que sigue al pie del cañón. Hacemos un reconocimiento a su figura, y a sus aportaciones a la política local.

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